10 mar 2012

Ejercicio Módulo Cuerpo-Movimiento - Grupo 2

MÓDULO CUERPO-MOVIMIENTO
El taller actual y taller ideal


Mónica







Mi taller ideal es aquel que este iluminado por la luz natural en el día, deberá ser  amplio preferiblemente en piso de madera, de ventanas grandes que permitan la ventilación suficiente  en el espacio y por tanto pueda el aire circular; es el que tiene  espejos pero también puede no tenerlos, con sonido  para reproducir música ; me gusta que  este espacio permita  encontrarse con mas personas y que estas puedan compartir y que estén cómodas, pero a la vez  mi taller ideal puede surgir a partir de un espacio que se pueda transformar  para la práctica de la danza; me gusta que esté limpio y dentro de en un orden racional, es decir que tenga un lugar donde se puedan dejar  las cosas como zapatos, maletas, ropa  para que estos no quiten espacio al taller.


Saïda




El espacio ideal
Mi espacio, aquél en el que desempeño lo que me es propio, está conformado por dos lugares: el del estudio y el de la danza.
Mi espacio de estudio se encuentra en mi propia habitación y está formado por una mesa y una silla, luz natural, una lámpara pequeña, mi computador, libros, apuntes, esferos y lápices. Como aspectos fundamentales de mi espacio de estudio ideal considero: que esté ubicado en una habitación casi exclusiva para ello en la que pueda trabajar sola, la temperatura del lugar: especialmente no pasar frío; disponer de una silla cómoda y que las alturas de ésta y la mesa se correspondan, es decir, que ni la silla sea demasiado baja ni la mesa demasiado alta; finalmente, la luz es casi la base para desarrollar un buen trabajo con fluidez, si es de día la luz natural y si no, una lamparita pequeña que acompañe a la del techo. Respecto al mejor momento del día para trabajar éste es, generalmente, en las mañanas, aunque depende del grado de concentración. Es importante que no haya demasiado ruido y que no tenga elementos de distracción en frente de mí. En relación a los alimentos, aunque me gusta tomar café, té o agua panela mientras me dedico a ello, prefiero no comer en el lugar de trabajo. Finalmente, como mi espacio de estudio se encuentra dentro de mi casa, me gusta trabajar con la ropa cómoda, no con la que llevo para salir a la calle.
Por otra parte, la danza es actualmente un aspecto fundamental en mi vida, motivo por el cual considero que el espacio en el que desarrollo el movimento forma parte de lo que me es propio. El espacio ideal para desarrollar el movimiento corporal es muy amplio, con luz natural o si es de noche, sin luz fuerte. El suelo debe ser el equilibrio entre aquél que te permite moverte pero que no te hace resbalar. Las personas deben tener el suficiente espacio para moverse con libertad. La música debe oírse bien y tener un sonido agradable. Finalmente, es importante mantener la temperatura ideal, en la que no se pase frío pero tampoco demasiado calor.


Jeison





Un lugar alejado de tanta contaminación ambiental que es propia de las ciudades  cada vez más congestionadas y más dispuestas a privar a las personas de un paisaje, (si bien disfruto de caminar y observar lo que se esconde detrás de las escenas cotidianas del barrio donde he pasado la mayor parte de mi vida) el ruido entorpece mi labor y hace que me distraiga con gran facilidad, así es que necesito de música de mi agrado para no desencajarme y perder la conexión con lo que estoy haciendo.
La luz ambiental es importante para mí, lo que significa que aprovecho y me siento más a gusto en ciertas horas del día, debo admitir que el cambio de luz no siempre es muy favorable en la concepción de una obra pero a mí me funciona como espacio de relajación.
Obviamente necesito tener las herramientas que vaya a usar en el momento cerca de mí porque odio el continuo desplazamiento, por esto mismo pensaría que lo ideal es no tener cerca ningún dispositivo electrónico cerca para evitar distracciones.
Estas condiciones se cumplen cuando tengo preestablecido lo que voy a hacer, cuando no sé o tengo dudas al respecto prefiero estar acompañado, tanto de personas para poder conversar a medida que avanzo o de mis mascotas y así lograr despejar mi mente mientras juego con ellas.

Sergio


El taller ideal
Actualmente ando con todo por todas partes sin un lugar definido. Los últimos años, debido a viajes, estudios, penurias económicas y cambios de espacio no tengo un único taller o un espacio donde tenga reunidas mis cosas. Gran parte de ellas, sobre todo cosas voluminosas y pesadas (o demasiado ruidosas para un apartamento) las tengo en la casa de mi madre. Allí en mi antiguo cuarto guardo varios libros y discos arrumados en filas porque no tengo una biblioteca decente y los espacios buenos ya están repletos; los tambores grandes, las gaitas, las flautas, la guitarra eléctrica, el amplificador, la pedalera, los micrófonos, etc. En esta casa también comparto con mi hermana, que es artista plástica, un pequeño taller de pintura ubicado en la guardilla, en el segundo piso, donde están los caballetes, los pinceles, los óleos, acrílicos, etc. Y finalmente, el resto de mis cosas están en un apartamento compartido en donde tengo la guitarra acústica, el tiple, el bongó, la campana, otros libros y discos, el computador y un escritorio, algunos cuadros y máscaras. Ahora el desempleo aprieta los bolsillos y cada vez me es más difícil conservar el espacio que tengo ahora. Por eso, mi sueño constante es un lugar que reúna todos estos elementos dispersos.
A veces voy por la calle mirando casas o apartamentos y pensando, este sería bueno, se ve como grande, me gusta el patio… Imaginándome los cuartos como talleres, como estudios, como salas de ensayo. Desde cuando tenía una banda en el colegio hasta hoy ando buscando un territorio donde pueda vivir y reunir mis cosas dispersas que ahora serán aún más dispersas (se aproximan remodelaciones en la casa de mi madre y deudas con mis compañeros de apartamento). Pero siempre he pensado que el lugar ideal es una casa en el campo, en clima cálido y amable, cerca de un río, con muchas ventanas y espacios abiertos, árboles propios, lugares para sembrar y con algunos animales. De hecho, no pienso en una casa abstracta, hecha en el aire. Pienso en la casa de mis padres en un pueblo que se llama Villeta de la cual mi padre nos heredó parte y que ahora es de mi madre. A pesar de ser pequeña, creo que puede albergar todo a gusto (o si no invertirle una platica para construir algunos espacios más, pero esa tal vez sí sea imaginaria). Para mí, la casa tiene dos cuartos aparte del principal y varios espacios abiertos que pueden ser lo que necesito: uno sería la biblioteca y el estudio, donde están los libros, los materiales para pintar, para escribir, para componer; el otro sería una salita de ensayo y grabación, donde se guardan los instrumentos y demás; y finalmente uno o dos espacios abiertos donde se puedan hacer ensayos grupales de teatro, o de música, montajes colectivos, practicar puestas en escena, etc. Y por supuesto, lo mejor de la casa es que está rodeada de los árboles que sembré con mi padre y con mi abuelo, los cuales aún dan sus frutos.




Laura





Ana Lucia





Descripción taller de creación:

En este momento, por cuestiones de estudio y trabajo, estoy dedicada a la lectura y la escritura. Sin embargo, no tengo un lugar específico al que pueda llamar taller, más bien diría que tiendo a buscar espacios que tengan ciertas características. Por lo general, éstos son interiores, con buena iluminación, en lo posible con luz de ventana, si no es así, por lo menos con bombillas de luz amarilla, la luz blanca me cansa mucho. Para lograr concentrarme, necesito trabajar de manera que pueda hacerlo sentada frente a una mesa, por lo regular, me gusta que ésta sea de madera o de formica. Ojalá una mesa rectangular o por lo menos cuadrada. Limpia, sin nada encima, solamente los objetos que estoy utilizando, no puede haber nada que me “estorbe”. Curiosamente, caigo en cuenta que tampoco me gusta ser interrumpida, entonces, necesito estar aislada, acompañada solamente de música suave, música instrumental, de relajación. También, tengo el hábito de prepararme un café negro, sin azúcar, servido en un pocillo grande, que esté bien caliente. Si necesito utilizar el computador lo ubico en el centro de la mesa, si solamente lo voy a usar más tarde, lo tengo cerca. Esferos de colores, papel cuadriculado para escribir, un diccionario y una libreta de apuntes.
Con respecto a mí, trato de usar ropa cómoda, estar abrigada. Si estoy en mi casa, me quito los zapatos, me dejo las medias y me pongo mis “chanclas”. También me recojo el cabello y como uso gafas, pretendo que los lentes estén claros. Me siento derecha, para tener buena postura y no cansarme tanto. Me he dado cuenta, que no me paro, sólo para ir al baño o prepararme otro café.
Acostumbro a trabajar en forma continúa, por lo que procuro hacerlo en forma ordenada. Primero, hago una lista de lo que debo hacer y después trato de ir resolviendo cada pendiente. Si en el proceso ocurre que viene una idea no relacionada con lo que estoy haciendo pero que es importante, la anoto en mi libreta de apuntes. Nunca se sabe cuando la pueda utilizar.

Puedo decir entonces que mi taller no es un solo lugar, son varios, lo que me interesa es sentirme tranquila, distante, plácida. Si estoy en casa, “mi taller” suele ser el comedor, y si estoy en la calle
“mis talleres” pueden ser cafés, panaderías, bibliotecas y salones de clase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario